conmemoración por 40 años del golpe
Ciclo de memoria en Stgo a Mil reestrena obra sobre la vida de Víctor Jara
03 Enero, 2013 Tags: 40 años del Golpe de Estado, El año en que nací, escuela
Este año el festival de teatro Santiago a Mil conmemora los 40 años del golpe de Estado con un ciclo de memoria. Son siete obras que repasan de distinta forma las causas, consecuencias y sucesos que se desarrollaron a partir de ese 11 de septiembre. La Victoria de Víctor, un pasacalle que recuerda la vida del cantautor, formará parte del ciclo a semanas de que se procesara a los autores del asesinato de Víctor Jara.
Historias para entender lo que sucedió y por qué sucedió para no tropezar dos veces con la misma piedra. Ese es el mensaje que trae el ciclo de memoria con el cual Santiago a Mil conmemorará los 40 años del golpe de Estado.
Son siete obras que recorren distintos hechos que sucedieron en esos años, o que fueron producto de la dictadura. El mismo ciclo, que se topa con la celebración de los 20 años del festival, viene a ser la respuesta consolidada a los años de apagón cultural que se extendió durante dos décadas.
Como el festival se realiza en enero, se asume la responsabilidad de abrir la temporada con el tono que tendrá el año. Lo hicieron el 2010 con el Bicentenario, y lo harán esta vez con los 40 años del 11 de septiembre del ’73. Carmen Romero, directora del festival, cuenta que parte de la programación del festival estará dedicada a conmemorar la historia que no se vio, que no se expuso o que algunos no quisieron asumir. “El Ciclo Memoria 1973-2013 llega a las tablas para actualizar el recuerdo de los años de apagón para la imaginación, la creación y la libertad”.
La selección
“El teatro viene conmemorando el golpe hace rato, y eso es bueno, porque da la oportunidad de examinar ese hecho desde distintos ámbitos”. La frase es de Guillermo Calderón, director de “Escuela”, el montaje que será estrenado como parte de este ciclo que incluye obras que fueron seleccionadas en base a las propuestas que estaban en cartelera, a lo que ha producido y coproducido la Fundación Teatro a Mil y a los montajes que han participado de proyectos de la Fundación.
“Escuela” es la única obra que se estrenará en este ciclo. El montaje toca la historia de militantes jóvenes que reciben instrucción para derrocar el régimen militar en plena década de los ’80. “Esta es una forma de entrar a la Dictadura a partir del conocimiento de la militancia. El “No” de alguna forma se convirtió en la versión oficial de cómo derrocar a la Dictadura y esto quedó en segundo plano”, dice Calderón.
“Escuela” se presentará junto a “Velorio Chileno” de Sergio Vodanovic, la historia de dos parejas que celebran el golpe militar, “Oratorio de lluvia negra” de Juan Radrigán que narra la historia de dos hermanas que vuelven al mundo de los vivos para ajusticiar al tirano que tiene al pueblo de Lebu en la desolación, y “El año en que nací”, donde se cuenta la historia a partir de los que nacieron en plena dictadura.
“El año en que nací” nació a partir de un taller que hizo la directora argentina Lola Arias, donde replicaba el trabajo de “Mi vida después”, obra que aborda la dictadura militar en Argentina a partir de recuerdos e historias personales. El resultado se presentó con éxito el 2011 y hoy vuelve a mostrarse como parte del ciclo de memoria. Pablo Díaz es parte de la obra que describe como “un viaje a través de la historia de Chile de los ’70 y ’80, contada en primera persona sin ningún prejuicio”.
“El año en que nací” aborda un periodo doloroso sin generar odio. En ella hay hijos de personas que militaron en la izquierda y la derecha colaborando en escena para construir la historia que no se vivió.
“Más que una reconciliación viene a ser una ayuda de memoria para recordar con altura de miras, con perspectiva de futuro”, dice Diaz.
El ciclo se completa con “La muerte y la doncella” de Ariel Dorfman, donde una mujer se reencuentra con su torturador; “Érase una vez… 571 días de un preso político” de Óscar Castro y Manuel Paredes que recuerda la experiencia de los presos del Estadio Nacional, y La Victoria de Víctor.
Esta última es un pasacalle que recorre la vida de Víctor Jara asemejándose a un vía crucis. La obra parte con Víctor en el campo, aborda su relación con sus padres, sus años de búsqueda, su encuentro con Violeta Parra y Joan Jara para llegar al desarrollo de su canto y su aporte al teatro. Ignacio Achurra, director de la obra que pone en escena la compañía La Patriótico Interesante, la describe como un “viaje biográfico y poético” que se basa en las imágenes y en la música para construir el relato.
La obra llega a la dictadura con el asesinato del cantante, tema que hoy vuelve a tocarse por el procesamiento a ocho ex oficiales que habrían sido responsables de la muerte de Jara, lo que Achurra describe como “un anhelo”. “Como compañía de teatro y como país, había una necesidad de justicia por el asesinato de Víctor, que es parte del ADN de esta compañía por su relación con el arte y la política”.
Son siete obras que recorren distintos hechos que sucedieron en esos años, o que fueron producto de la dictadura. El mismo ciclo, que se topa con la celebración de los 20 años del festival, viene a ser la respuesta consolidada a los años de apagón cultural que se extendió durante dos décadas.
Como el festival se realiza en enero, se asume la responsabilidad de abrir la temporada con el tono que tendrá el año. Lo hicieron el 2010 con el Bicentenario, y lo harán esta vez con los 40 años del 11 de septiembre del ’73. Carmen Romero, directora del festival, cuenta que parte de la programación del festival estará dedicada a conmemorar la historia que no se vio, que no se expuso o que algunos no quisieron asumir. “El Ciclo Memoria 1973-2013 llega a las tablas para actualizar el recuerdo de los años de apagón para la imaginación, la creación y la libertad”.
La selección
“El teatro viene conmemorando el golpe hace rato, y eso es bueno, porque da la oportunidad de examinar ese hecho desde distintos ámbitos”. La frase es de Guillermo Calderón, director de “Escuela”, el montaje que será estrenado como parte de este ciclo que incluye obras que fueron seleccionadas en base a las propuestas que estaban en cartelera, a lo que ha producido y coproducido la Fundación Teatro a Mil y a los montajes que han participado de proyectos de la Fundación.
“Escuela” es la única obra que se estrenará en este ciclo. El montaje toca la historia de militantes jóvenes que reciben instrucción para derrocar el régimen militar en plena década de los ’80. “Esta es una forma de entrar a la Dictadura a partir del conocimiento de la militancia. El “No” de alguna forma se convirtió en la versión oficial de cómo derrocar a la Dictadura y esto quedó en segundo plano”, dice Calderón.
“Escuela” se presentará junto a “Velorio Chileno” de Sergio Vodanovic, la historia de dos parejas que celebran el golpe militar, “Oratorio de lluvia negra” de Juan Radrigán que narra la historia de dos hermanas que vuelven al mundo de los vivos para ajusticiar al tirano que tiene al pueblo de Lebu en la desolación, y “El año en que nací”, donde se cuenta la historia a partir de los que nacieron en plena dictadura.
“El año en que nací” nació a partir de un taller que hizo la directora argentina Lola Arias, donde replicaba el trabajo de “Mi vida después”, obra que aborda la dictadura militar en Argentina a partir de recuerdos e historias personales. El resultado se presentó con éxito el 2011 y hoy vuelve a mostrarse como parte del ciclo de memoria. Pablo Díaz es parte de la obra que describe como “un viaje a través de la historia de Chile de los ’70 y ’80, contada en primera persona sin ningún prejuicio”.
“El año en que nací” aborda un periodo doloroso sin generar odio. En ella hay hijos de personas que militaron en la izquierda y la derecha colaborando en escena para construir la historia que no se vivió.
“Más que una reconciliación viene a ser una ayuda de memoria para recordar con altura de miras, con perspectiva de futuro”, dice Diaz.
El ciclo se completa con “La muerte y la doncella” de Ariel Dorfman, donde una mujer se reencuentra con su torturador; “Érase una vez… 571 días de un preso político” de Óscar Castro y Manuel Paredes que recuerda la experiencia de los presos del Estadio Nacional, y La Victoria de Víctor.
Esta última es un pasacalle que recorre la vida de Víctor Jara asemejándose a un vía crucis. La obra parte con Víctor en el campo, aborda su relación con sus padres, sus años de búsqueda, su encuentro con Violeta Parra y Joan Jara para llegar al desarrollo de su canto y su aporte al teatro. Ignacio Achurra, director de la obra que pone en escena la compañía La Patriótico Interesante, la describe como un “viaje biográfico y poético” que se basa en las imágenes y en la música para construir el relato.
La obra llega a la dictadura con el asesinato del cantante, tema que hoy vuelve a tocarse por el procesamiento a ocho ex oficiales que habrían sido responsables de la muerte de Jara, lo que Achurra describe como “un anhelo”. “Como compañía de teatro y como país, había una necesidad de justicia por el asesinato de Víctor, que es parte del ADN de esta compañía por su relación con el arte y la política”.
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